Combatir la hiperhidrosis

Hiperhidrosis: cómo combatir el exceso de sudor

Para empezar, es importante dejar claro que sudar no es malo. Es un proceso natural que ayuda a regular la temperatura corporal. El problema viene cuando nuestro cuerpo produce una sudoración excesiva, lo que se conoce con el nombre de hiperhidrosis.

Sudar es algo normal, sobre todo si vivimos en zonas donde hace mucho calor. También podemos sudar si estamos nerviosos, si hacemos gran esfuerzo físico entre otras situaciones cotidianas. Pero las personas que padecen esta enfermedad  sudan de forma impredecible e incontrolable al margen de si hace o no calor (incluso les puede pasar viviendo en ambientes más frescos).

El porqué de la hiperhidrosis

Todavía no se ha encontrado la causa exacta de esta patología, aunque sí hay varios factores o enfermedades que pueden desencadenarla en algunos casos. Lo que sí sabemos es que afecta a ambos sexos por igual.

Una de las posibilidades que se barajan es que el sudor excesivo se produzca por un desajuste de las glándulas sudoríparas.  También se habla del estrés o la ansiedad como posibles desencadenantes.

Y algunos casos de hiperhidrosis  se pueden deber a enfermedades más serias como la diabetes, hipertiroidismo, lesiones medulares o incluso párkinson.

En base a esto podemos hablar de los siguientes tipos de sudoración excesiva:

-Hiperhidrosis primaria: las palmas de manos y pies, axilas, cabeza y cara son las partes del cuerpo donde más se manifiesta.  No se conocen las causas de este tipo de hiperhidrosis. Se especula con que puede deberse a factores hereditarios o genéticos.

-Hiperhidrosis secundaria: es la que se desencadena por alguna de las enfermedades que hemos mencionado anteriormente.

Cómo afecta el sudor en tu vida personal

Aunque hablamos de la hiperhidrosis como enfermedad, muchas personas que sudan el exceso se preocupan más por el “qué dirán” que en cómo puede afectar a su salud.

En estos casos la hiperhidrosis puede afectar gravemente a las relaciones sociales por la vergüenza que genera esta situación. La visión de una persona con sudorosa que provoca puede implicar un rechazo hacia la persona que lo sufre.  Y esto puede derivar en baja autoestima, inseguridad, miedo o tristeza.

Esto hace que muchas personas se obsesionen e intenten solucionar este problema rápidamente con desodorantes o remedios caseros. Pero al ver que la situación no mejora entran en una espiral de estrés y ansiedad. Esto lo que hace es empeorar el problema.

 

Desde Bellicia recomendamos a las con hiperhidrosis que vayan a un especialista. Hay diversas terapias y tratamientos, pero solo los profesionales sabrán cuál es el más adecuado.

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